En Psiquiatra Zaragoza apostamos por estar a la vanguardia del diagnóstico y tratamiento del Tdah. Consideramos que es fundamental intervenir a tiempo de la manera más adecuada para evitar complicaciones posteriores y, para ello, es necesario un adecuado diagnóstico y la planificación del tratamiento.
Los apasionantes y constantes avances en Neurociencia han abierto nuevas posibilidades de tratamiento para el Tdah, tanto a nivel farmacológico, como en lo relativo a técnicas de neuromodulación.
En Psiquiatra Zaragoza disponemos de una Unidad de Neuromodulación pionera en nuestra Comunidad Autónoma y también a nivel nacional, que dispone de los más avanzados equipos de neuromodulación no invasiva para el tratamiento de diferentes trastornos. En concreto, para el tratamiento de Tdah, el neurofeedback de grado clínico y el biofeedback de flujo sanguíneo cerebral (hemoencefalografía) han demostrado su eficacia con cientos de artículos científicos publicados.
Otras técnicas que ofrecemos, como la estimulación magnética transcraneal (EMT) y la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS), siguen acumulando evidencia y no son pocos los artículos que sitúan el Tdah como una posible aplicación futura.
Tdah son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, un título que describe de forma muy acertada en qué consiste este trastorno.
Lo primero que debes saber es que es un trastorno del neurodesarrollo, es decir, una dificultad de maduración que afecta a los neurotransmisores de dos zonas cerebrales, la corteza prefrontal, y el sistema límbico. No lo provocan las vacunas, ni es consecuencia de ningún medicamento o estilo educacional, es un trastorno que está presente desde el nacimiento y tiene un alto componente genético, de hecho, muchos padres descubren que también tienen TDA a raíz del diagnóstico de sus hijos.
Antes de emitir un diagnóstico, tenemos que ver cuándo aparecen los síntomas, o si hay alguna circunstancia familiar o social que esté provocando alteraciones de conducta en el paciente. En caso de que lo hubiera, primero hay que corregirlas y valorar si puede haber de fondo otro tipo de patología, como un trastorno depresivo, un trastorno de ansiedad, o un trastorno del vínculo o problemas de apego.
Los síntomas pueden variar muchísimo de un paciente a otro, de ahí la dificultad en el diagnóstico. No se manifiesta igual en niños que en niñas, y hay mucha variedad según si hay o no hiperactividad.
Lo académico: Niños distraídos, despistados, se les olvidan los libros, la agenda. No siempre hay repercusión en las notas ya que, si son inteligentes, pueden compensar los conocimientos hasta cursos donde la exigencia es más alta.
Lo social: Les cuesta seguir el hilo de conversaciones en grupos grandes. Si tienen hiperactividad, son impulsivos, lo que les hace actuar sin pensar, y muchas veces meterse en líos entre iguales. Los padres suelen decir "está siempre metido en todos los follones", o "siempre está castigado, no paran de llegarme avisos del colegio", lo que puede llegar a otorgarles el papel de NIÑOS MALOS.
En casa: Hay que repetirles mucho las indicaciones, necesitan que los padres estén muy pendientes para que hagan los deberes, "estamos 4 horas estudiando para que haga una hoja de problemas", "no le cunde para todo lo que estudia". Pueden ser retadores y desafiantes. Tienden a procrastinar para no enfrentar el momento de estudiar.
A día de hoy, el diagnóstico es clínico, es decir, lo diagnostica un profesional a través de la entrevista clínica, hablando con el paciente y con la familia y recabando también información de otros educadores.
También podemos apoyarnos en pruebas neuropsicológicos (test psicométricos), donde se valorará el cociente intelectual, el nivel atencional, y también un reporte de las impresiones de los pacientes, familiares y profesores.
Como método objetivo que puede ayudar en el diagnóstico de Tdah se encuentra el mapeo cerebral a través de electroencefalograma cuantitativo. Consiste en realizar un estudio de la actividad eléctrica del cerebro del niño, utilizando unos sensores de manera no invasiva y absolutamente inocua. El cociente de relación entre ondas theta y beta en áreas frontales del cerebro (índice theta/beta), ha demostrado una alta correlación con el diagnóstico de Tdah y ha permitido afinar en el diagnóstico de algunos tipos de Tdah, además de permitir un control evolutivo en los tratamientos de neuromodulación. En EE.UU está aprobado un dispositivo para el diagnóstico de Tdah que se basa en la medición de este índice.
En Neuromodulación Zaragoza disponemos de equipos de mapeo cerebral y neurofeedback de grado clínico (aprobados para el uso con pacientes) que permiten evaluar este índice y establecer un diagnóstico más preciso.
Si detectamos sintomatología, es necesario iniciar un tratamiento, que puede ser psicoterapéutico, farmacológico, de neuromodulación o la combinación de estos tres. Los nuevos avances en neurociencia están haciendo crecer de forma exponencial la importancia de este último enfoque en el tratamiento del Tdah, siendo el neurofeedback y el biofeedback de hemoencefalografía dos de las terapias más eficaces y suponiendo un cambio de paradigma en el tratamiento de este trastorno. Estas técnicas de neuromodulación son capaces de generar aprendizaje en el cerebro del niño, produciendo cambios más estables y duraderos, además de evitar los posibles efectos secundarios del tratamiento farmacológico.
Aunque no haya bajo rendimiento escolar, no debemos ignorar el diagnóstico. A veces los síntomas se manifiestan como problemas de relaciones entre iguales, o mal comportamiento, o se mantiene el rendimiento académico a costa de muchísimo esfuerzo y de estar en desventaja con sus compañeros. Un tratamiento a tiempo es imprescindible para evitar problemas serios a medio plazo.
¡Yo no quiero medicar a mi hijo a los 8 años! ¡Se va a enganchar! ¡Le va a cambiar la personalidad! ¡Me han dicho que son anfetaminas! ¡Yo quiero que apruebe por su esfuerzo!
¿Te suena? Nos las repiten la mayoría de los padres con cara de susto cuando planteamos el tratamiento farmacológico en las consultas. Siempre preguntamos a los padres que tienen miedo de empezar el tratamiento, si mandarían a sus hijos con miopía con unas gafas sin graduar, o escuchando heavy metal en unos auriculares mientras atienden en clase. El tratamiento lo que hace es graduar esas gafas y bajar el volumen del heavy metal para que puedan atender en clase y a la vida diaria como sus iguales.
Vamos a desmontar unos cuantos mitos.
Los fármacos para el tratamiento del Tdah son medicamentos muy conocidos y seguros. Existen 2 tipos de fármacos:
En niños más pequeños y hasta mitad de la ESO, optamos por fármacos de duración media, para que les ayuden a estar atentos en la jornada escolar. En niños mayores o muy hiperactivos y que necesitan estudiar más horas, usamos fármacos de acción larga.
Algunos fármacos no estimulantes son la Atomoxetina y la Guanfacina.
Hay que tomarlo a diario. En el caso de los estimulantes, podemos plantear periodos de descanso en vacaciones, pero tendremos que ver según cada caso. En los no estimulantes, no se recomiendan periodos de descanso ya que la dosis es más difícil de ajustar y regular para llegar a niveles terapéuticos.
Depende del caso. Ya hemos hablado de que el Tdah es un trastorno de la maduración cerebral, por lo que mejora con los años, pero no desaparece a los 18 años. El tratamiento actúa corrigiendo los síntomas, pero no es curativo.
Siempre explicamos que la duración del tratamiento va a depender del nivel académico que quieran alcanzar, o de la profesión a la que se vayan a dedicar. Por ejemplo: Si van a ser ingenieros informáticos y van a estar todo el día programando, probablemente lo necesiten para estudiar en la universidad e incluso en su trabajo, pero si van a hacer una carrera artística o muy práctica, lo podrán dejar cuando acaben sus estudios más teóricos.
La rapidez con la que el tratamiento farmacológico permite mejorar los síntomas del Tdah no es comparable a la de otras terapias, por lo que es una herramienta realmente necesaria cuando los síntomas son importantes o están generando problemas académicos y conductuales. No obstante, los tratamientos de neuromodulación permiten generar aprendizaje de un modo mucho más duradero y consistente en el tiempo, siendo terapias combinables con los fármacos, o de primera elección cuando no se quiere tomar medicación o los síntomas son leves y podemos permitirnos un mayor tiempo de trabajo terapéutico.
Si vuestro hijo ha sido diagnosticado de Tdah, después del susto inicial y desmontar todos los mitos asociados, queremos transmitiros tranquilidad.
Es un trastorno muy estudiado y que tiene un tratamiento seguro y eficaz que va a hacer que vuestro hijo alcance su pleno desarrollo académico y social.
Además, no todo va a ser malo, los niños con Tdah son creativos, espontáneos, soñadores, y con el tratamiento y acompañamiento adecuados, pueden alcanzar todo su potencial académico y social y tener una vida completamente normalizada. La combinación de tratamiento farmacológico con un trabajo de entrenamiento cerebral a través de técnicas de neuromodulación es la opción más eficaz y consistente, permitiendo optimizar la dosis de fármacos e incluso llegar a no necesitarlos.
Cuando nos preguntan los médicos que acaban de hacer el MIR o estudiantes de Medicina que están interesados en esta especialidad, siempre les decimos que estamos en un momento muy emocionante del desarrollo de la Psiquiatría.
Después de varias décadas donde parecía que no se encontraban nuevos fármacos, o la psicoterapia se había estancado en el psicoanálisis o lo cognitivo conductual, en los últimos años se han desarrollado moléculas con nuevas vías de acción, se han elaborado psicoterapias novedosas que han demostrado su eficacia mediante la evidencia científica, y además se abre un vanguardista campo de tratamiento, la neuromodulación. La plasticidad neuronal es mucho mayor de lo que inicialmente se había pensado, tanto a nivel funcional como estructural y existen diferentes neuroterapias que han demostrado generar cambios en este sentido.
La neuromodulación incluye diferentes técnicas que permiten intervenir sobre determinados circuitos cerebrales y producir cambios consistentes y duraderos en el funcionamiento cerebral. Puede ser generada de modo intervencionista mediante la aplicación de estímulos magnéticos o eléctricos en el cerebro, como es el caso de la estimulación magnética transcraneal (EMT) o la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS), o a través de un entrenamiento en condicionamiento operante, como es el caso del neeurofeedback o el biofeedback de encefalografía.
Aunque todas estas técnicas nombradas son de carácter no invasivo, en el tratamiento del Tdah las más utilizadas en la actualidad son el neurofeedback y el biofeedback de hemoencefalografía (flujo sanguíneo cerebral).
En Neuromodulación Zaragoza, para el tratamiento del Tdah contamos con neurofeedback de grado clínico, técnica que ha demostrado su eficacia con cientos de artículos publicados y dispone de evidencia científica contrastada. Esta técnica consiste en la captación de señales eléctricas cerebrales a través de unos electrodos colocados en el cuero cabelludo en unas zonas anatómicas concretas. Las señales obtenidas son similares a las que se obtienen al realizar un electroencefalograma, es decir, captan la actividad cerebral. No se trasmite electricidad al cerebro, sino que se recibe la señal desde este.
Estas señales son transformadas por un equipo decodificador (electrónico-informático) en información digital, de modo que, mediante esta tecnología, podemos medir el nivel de activación de diferentes áreas que son responsables de distintas funciones cerebrales, pudiendo considerarla también como un apoyo al diagnóstico clínico y no solo como una forma de tratamiento.
Sabemos que en el Tdah el área frontal izquierda del cerebro está menos activada y funciona con ondas cerebrales más lentas de lo habitual. Mediante el entrenamiento con neurofeedback, se consigue mejorar los niveles de atención en los pacientes mediante un aprendizaje por condicionamiento operante, es decir, el cerebro aprende en función de las recompensas obtenidas.
El entrenamiento consiste en conectar al paciente al equipo de neurofeedbackbajo la supervisión de un técnico que utilizará un protocolo específico que ha decidido el psiquiatra responsable. El paciente se sienta cómodamente frente a un monitor que, a modo de juego, emitirá imágenes positivas (recompensas) como refuerzo cuando las ondas cerebrales detectadas sean idóneas, y dejará de hacerlo cuando las ondas no sean óptimas. De este modo, el cerebro aprende de forma natural y automática.
Es importante destacar que esta técnica debe realizarse en un centro especializado en neurofeedback, por personal con formación clínica y una vez hecho el diagnóstico con una historia clínica completa. Hay muchos equipos de neurofeedback en el mercado, pero no todos tienen una certificación clínica, es decir, no pueden usarse como intervención médica para el tratamiento de patologías.
Esta técnica ha de aplicarse varios días a la semana y durante varios meses para obtener resultados permanentes, y además no es incompatible con la psicoterapia y el uso de tratamiento farmacológico, sino que puede ser complementaria.
Esta técnica consiste en medir el flujo sanguíneo cerebral en áreas frontales a través de un dispositivo con sensores de infrarojos. El entrenamiento tendrá por objetivo reforzar el flujo sanguíneo en esas áreas. Para generar el refuerzo positivo (feedback) se utilizarán determinadas aplicaciones o juegos atractivos para el niño. Tiene amplia evidencia científica y algunas ventajas prácticas con respecto al neurofeedback por la sencilla colocación del sensor, pudiendo combinarse de forma sinérgica ambas técnicas.
En Neuroterapia Zaragoza contamos con equipos de grado clínico aprobados para el tratamiento médico y con la formación reglada en la aplicación de estas novedosas técnicas.
Aunque no se trata de una técnica de neuromodulación en si misma, la realidad virtual está proporcionando herramientas muy interesantes en el abordaje integral del Tdah. La posibilidad de trabajar sobre escenarios virtuales resulta muy atractiva para los niños y los adolescentes, pudiendo realizar entrenamientos atencionales y relajaciones guiadas, facilitando el entrenamiento en mindfulness a través de escenarios específicos. Esto favorece la autoregulación a través del entrenamiento en consciencia corporal y manejo de emociones.