La terapia mediante realidad virtual ha demostrado desde hace años su utilidad en el ámbito de la Psicología Clínica y del tratamiento de la Salud Mental.
Las personas que sufren de ansiedad, debido a su alto nivel de activación, suelen tener dificultades para relajarse y proyectar en su imaginación espacios de tranquilidad y seguridad.
A través de técnicas de realidad virtual, generando una inmersión visual y auditiva focalizada en la relajación, se consigue ayudar al paciente a introducirse en un escenario que no requiere esfuerzo cognitivo. Muchas personas que refieren no haber sido nunca capaces de realizar ejercicios de relajación, adquieren esa capacidad mediante el trabajo con escenarios de realidad virtual y la correcta dirección del terapeuta.
Su segunda potencialidad se basa en la intervención en exposición, generando situaciones virtuales generadoras de ansiedad desde un entorno controlado y ajustado en intensidad. Esta herramienta es especialmente útil en el tratamiento de la agorafobia y las fobias específicas.
También resulta útil en el entrenamiento atencional. A través de un espacio virtual, aumenta la motivación de la persona para el cambio, especialmente en el caso de niños y adolescentes.